Los
componentes básicos de los sistemas de producción
El flujo de producción
El elemento central de cualquier sistema de producción es el proceso de
manufactura, mismo que considera un flujo con dos componentes relevantes
(materiales e información). Si bien el flujo físico de los materiales puede ser
fácilmente observable, el flujo de información es intangible y más difícil de
apreciar. Es claro que la confluencia de ambos flujos es necesaria para llevar
adelante el proceso de manufactura, sin embargo, en el pasado no se daba la
suficiente importancia al flujo relacionado con la información. Esto cambió radicalmente
con el advenimiento de la aplicación de nuevas tecnologías, haciendo de la
información un factor crítico.
Puesto que la finalidad de los sistemas de producción es la fabricación y
distribución de productos, la actividad más relevante es el proceso de
manufactura, en el que tiene lugar la conversión de materias primas en un
producto. Este proceso se caracteriza por ser generador de valor agregado, pues
en cada etapa se agrega valor.
¿De qué depende la competitividad de un sistema de
producción?
Para alcanzar un nivel adecuado de competitividad, se debe considerar que
la conversión de materiales debe cumplir simultáneamente los siguientes
objetivos:
Calidad: El producto debe tener una calidad igual o superior a la de la
competencia.
Costo: El costo del producto debe ser inferior al de la competencia.
Tiempo: El producto debe ser entregado de manera oportuna al cliente.
Es claro que existe una interacción entre los factores mencionados previamente, pues por ejemplo, los clientes podrían aceptar precios más altos si el producto es único o aceptar menor calidad si el precio de los productos es reducido.
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